Un servicio de calidad?

¿Un servicio de calidad?
diciembre 11, 2014 1:45 am

Cuba actualidad, El Cerro, La Habana, (PD) La negligente actitud de una
inspectora de la Dirección Provincial de Transporte afectó, la mañana
del pasado 3 de diciembre, a más de 30 personas que esperaban el ómnibus
P-9 en la parada de la esquina de Diez de Octubre y Quiroga, en el
capitalino municipio Diez de Octubre.

La inspectora permitió que el chofer del carro 515, que había parado más
de 50 metros antes a dejar pasajeros, no se detuviera en la parada y
continuara viaje, a pesar de las protestas de las personas que esperaban.

Entre las funciones de los inspectores de Transporte se encuentra
garantizar que las guaguas se detengan en las paradas oficiales y
controlar su horario, debiendo reportar si hay atrasos o adelantos.

Recientemente, la terminal de Santa Amalia, a la que pertenece el
ómnibus en cuestión, y la de Guanabo, fueron las escogidas para, según
el Director Provincial de Transporte, “trabajar bajo un nuevo sistema de
gestión empresarial cuyo principal objetivo es brindar un servicio con
la calidad que se merece la población”.

O se ha perdido el verdadero significado de “brindar un servicio con la
calidad que se merece la población” o en el peor de los casos, no
merecemos que se nos brinde ningún servicio y mucho menos con calidad.

El P-9, en ocasiones, demora en pasar 40 minutos y más, lo que genera
congestión de pasajeros en las paradas. A veces, pasan tres, en
caravana, y corren en peligrosa competencia a ver quién recoge más pasaje.

Son muchos los choferes de ómnibus que no respetan las paradas
establecidas y paran donde más les convenga. Así, hacen correr de un
lado a otro a los que esperan la guagua.

Para cobrar a los pasajeros, muchos choferes se auxilian de cobradores
sin uniforme, que vaya usted a saber qué hacen con el dinero recaudado.

Sin respetar a los pasajeros, muchos choferes fuman durante el
recorrido. Van con las manos ocupadas por el timón, el cigarro y parte
del dinero recaudado, lo que les dificulta la conducción de estos
ómnibus de más de 18 metros de largo.

Otro punto en contra del “servicio de calidad que se merece la
población” es la música atronadora, o más bien, la insoportable bulla
que emana de los altavoces de las guaguas.

Desafortunadamente, en estos ómnibus que ofrecen “un servicio de
calidad” no montan dirigentes de los Consejos de Estado y de Ministros o
del Comité Central del Partido Comunista. Ellos tienen garantizado su
transporte, de otra calidad, con aire acondicionado.

Para Cuba actualidad:

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