El chivo expiatorio de Ramiro Valdés
El chivo expiatorio de Ramiro Valdés
Seis meses después de la llegada del cable ALBA 1 a Cuba y su extensión
a Jamaica, Waldo Reboredo fue encarcelado junto a otros altos
empresarios estatales y todavía espera que se presenten cargos en su contra.
Pablo Alfonso/ martinoticias.com
febrero 12, 2015
Hace cuatro años, Waldo Reboredo Arroyo estaba en Ocho Ríos, Jamaica,
inaugurando la conexión del cable submarino ALBA-1, desde la playa
oriental cubana de Aguadores.
Era el lunes 14 de febrero 2011, Día del Amor y la Amistad, y el
entonces vicepresidente de la empresa mixta venezolana-cubana
Telecomunicaciones Gran Caribe (TGC), celebraba el acontecimiento
acompañado de Yuri Gala López, embajador de Cuba en Jamaica y
diplomáticos jamaicanos.
“La instalación permite la comunicación del país hacia todas partes del
mundo con capacidades y calidades muy superiores a las que hasta este
momento hemos podido disfrutar”, anunciaba Reboredo en Granma.
Su optimismo público parecía más cauteloso en un mensaje escrito por
esos días a un amigo: “Aquí, envuelto en constantes trabajos y
situaciones complicadas, pero avanzando. El proyecto del cable avanza.
De hecho, físicamente ya está tirado el cable entre Cuba, Venezuela y
Jamaica. Falta, sin embargo, mucho por hacer para que se transmita algo
por ahí. Estamos en período de instalaciones y pruebas”.
Seis meses después de la llegada del cable a Cuba y su extensión a
Jamaica, Reboredo fue encarcelado junto a otros altos empresarios
estatales y todavía espera que se presenten cargos en su contra.
“Nadie sabe nada de Waldo. Estuvo en Villa Marista muchos meses y ahora
parece que está en una granja para presos en las afueras de La Habana.
Su hijo lo visita, pero la familia no explica nada”, aseguró a Martí
Noticias una fuente que laboró en TGC, que pidió no ser identificada.
Las autoridades cubanas no han dicho nunca una sola palabra de su
arresto. Oficialmente, se desconocen las causas que lo motivaron. Su
familia guarda absoluto silencio. En la calle los rumores lo vinculan a
un millonario caso de corrupción, negligencia o mal manejo de fondos
públicos.
Sin embargo, algunos de sus amigos comentan en privado que Waldo
Reboredo es el chivo expiatorio utilizado para mantener con brillo las
históricas estrellas del intocable comandante de la Revolución, Ramiro
Valdés.
Poco antes de ser arrestado, Reboredo le escribía desde Caracas a un
amigo que ha compartido esa correspondencia con Martinoticias.com:
“No sé cuánto estaré por acá. Dios decidirá.Tengo mucho que hacer,
aunque ciertamente el gusto a veces se desinfla, incluso por el trabajo,
por los tremendos obstáculos a cruzar a cada paso. Por algo será que
estoy acá”, señalaba.
El arresto de Reboredo coincidió con el desmantelamiento de la cúpula
directiva del monopolio estatal de comunicaciones ETECSA y del
Ministerio de Informática y Comunicaciones. Media docena de sus
directores y subdirectores de Departamento, fueron sometidos a procesos
de investigación/detención sin que hasta hoy se conozcan los resultados.
Leonardo Cruz Valero, vicepresidente de Logística y Negociación de
ETECSA, por entonces en Ciudad de Panamá, escapó de la redada. Todavía
está en paradero desconocido.
Otro que “escapó” de la redada fue Ramiro Valdés, quien fue relevado
como Ministro de Información y Comunicaciones. En enero de 2011,
mientras el cable estaba a punto de tocar las costas cubanas, Valdés le
entregó el cargo a su primer viceministro Ramón Linares, quien seis
meses después resultó defenestrado.
“A todos los que arrestaron en esa operación los juzgaron y condenaron,
discretamente, pero a Waldo lo mantienen en un limbo”, dijo a
martinoticias.com una persona que fue sometida a investigación durante
meses en el mismo proceso y finalmente fue liberada.
La detención prolongada de un sujeto bajo investigación está prevista en
la Ley de Procedimiento Penal vigente en Cuba, dijo la abogada Laritza
Diversent, del grupo independiente Centro de Información Legal Cubalex.
“No hay un término máximo para concluir la investigación. El Instructor
puede pedir prórrogas a la Fiscalía para imputar de cargos al detenido.
Lo puede pedir el Jefe Provincial del Ministerio del Interior, o la
Fiscalía Provincial y lo concede la Fiscalía General”, explicó Diversent.
Ese es el caso de Reboredo, con el agravante, indica la fuente, “que su
familia está atemorizada y no hace nada, ni reclama nada, pensando que
puede perjudicarse o perjudicarlo”.
Martinoticias hizo todos los intentos posibles por hablar con familiares
de Reboredo, sus hijos y hermanos, dentro y fuera de Cuba. Se enviaron
correos electrónicos y llamadas telefónicas. Todos guardaron silencio.
“Estoy seguro que Waldo es inocente porque lo conozco muy bien. Yo le
advertí que se cuidara de Ramiro [Valdés]. Ahora lo ha metido en una
trampa para protegerse él”, dijo la fuente. Quizás a eso se refería
Reboredo cuando en uno de sus mensajes escribió a su amigo:
“Doy gracias también, a Dios, por seguir contándote entre mis amistades,
entre las personas con quienes no tengo que inventar cuentos ni palabras
para comunicarnos. Estoy muy metido en un proyecto que tiene una bella
fisonomía técnica-económica y es un desastre en términos de comunicación
personal y relaciones entre personas, llegando a lo ofensivo y a tener
que trabajar con muchos más de un indeseable. No puedo, ni quiero,
decirte más, porque ni aquí, en Venezuela, donde estoy desde hace ya
bastante más de lo que desearía, como cuando estoy en Cuba, tengo reposo
espiritual y malamente logro el físico”.
Source: El chivo expiatorio de Ramiro Valdés –
http://www.martinoticias.com/content/el-chivo-expiatorio-de-ramiro-valdes/86566.html
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