El Che en el Congo – ‘La historia de un fracaso’
El Che en el Congo: ‘La historia de un fracaso’
MARC JOURDIER/AFP
04/21/2015 11:58 AM 04/21/2015 12:14 PM
BARAKA, RD CONGO
“Esta es la historia de un fracaso”. El veredicto sin tapujos es del
propio Ernesto “Che” Guevara al abrir su “Diario del Congo” en el que
cuenta el intento abortado de exportar la “guerra revolucionaria” a este
país hace medio siglo.
El Che Guevara desembarca en el oriente de lo que hoy es la República
Democrática del Congo con una docena de cubanos negros el 24 de abril de
1965. El pequeño cuerpo expedicionario cruza el lago Tanganica de este a
oeste a partir del puerto de Kigoma, en Tanzania, y atraca en Kibamba.
La zona está en manos de los rebeldes Simba (“León” en swahili) y uno de
sus líderes es Laurent-Désiré Kabila, padre del actual presidente
congoleño Joseph Kabila.
Enviado por Fidel Castro, el ex médico argentino llega con la esperanza
de hacer del ex Congo belga, inmenso país en el corazón de África, una
plataforma contra el “imperialismo yanqui” y el “neocolonialismo” en el
continente.
El joven Estado congoleño aún no tiene cinco años y sólo ha vivido una
sucesión de guerras civiles.
Preparada en seis meses, la independencia del 30 de junio de 1960 ha
sido una catástrofe: en cuestión de días se amotina el ejército;
Catanga, una provincia grande como España que concentra las principales
riquezas mineras del país, se separa, y Bélgica interviene militarmente
para tratar de restaurar el orden.
El primer ministro, Patrice Lumumba, pide ayuda a Estados Unidos. Pero
multiplica las torpezas y acaba rompiendo su buena imagen ante los
dirigentes estadounidenses durante una visita deplorable a Washington.
Por despecho, se acerca a la Unión Soviética y se vuelve un enemigo para
el Tío Sam. En este periodo de Guerra Fría, el Congo es demasiado
importante para que los estadounidenses dejen que el país bascule al
campo soviético.
El uranio de la bomba atómica lanzada sobre Hiroshima fue extraído en la
colonia belga, y el cobalto, tan necesario para las industrias
armamentistas, sólo se encuentra prácticamente en la Unión Soviética y
en el Congo.
Los estadounidenses tienen su hombre dentro del poder, el general
Joseph-Désiré Mobutu, jefe de las fuerzas armadas.
Lumumba es asesinado en enero de 1961. La cuestión de la implicación de
Estados Unidos en su muerte sigue siendo hoy tema de debate.
Cuando el Che Guevara y sus cubanos desembarcan en Kibamba, Catanga ha
vuelto ya al regazo de la joven república pero ésta vive aún horas agitadas.
La rebelión de los simba, que asocia una mezcla de maoístas y
lumumbistas, estalla en 1964. Aunque llega a controlar cerca de un
tercio del territorio, en este mes de abril de 1965 solo le quedan dos
pequeñas zonas en el centro del país.
El guerrillero argentino se desengaña pronto. El fervor revolucionario
de los rebeldes no brilla por su intensidad. Los hombres practican ritos
mágicos que se supone los vuelve invulnerables y poco tienen que ver con
el materialismo dialéctico.
Los campos están poblados por mujeres y niños. Beben, bailan, los
tocadiscos difunden una música ensordecedora en la selva.
Por motivos de seguridad, el Che Guevara no había develado a los
dirigentes de la revolución que formaría parte del destacamento enviado
por Cuba. Una vez en el Congo, avisa a Kabila, con quien había hablado
unos meses antes en Brazzaville durante una gira africana, para que
venga a verlo.
Kabila se encuentra entonces en El Cairo, luego en Tanzania. El Che lo
espera dos meses y medio. Su diario refleja su desasosiego.
“Caos organizado”, escribe el ex fiscal del tribunal revolucionario de
La Habana para describir la situación.
Un poco más adelante: “El principal defecto de los congoleños es que no
saben disparar”.
Por fin llega Kabila, el 7 de julio… y se vuelve a marchar al cabo de
cuatro días.
A pesar de los refuerzos cubanos (el cuerpo expedicionario llegará a
contar con un centenar de hombres) y de algunos éxitos militares, lo que
sigue es una bajada a los infiernos para el hombre que soñaba con
“cubanizar a los congoleños”.
Los africanos se niegan a cavar trincheras porque los agujeros en la
tierra son para los muertos y salen corriendo en cuanto se produce un
choque serio.
En octubre, Guevara escribe a Castro : “Aquí lo que falta no son armas
sobran hombres armados y faltan soldados”.
El final se acerca. Las posiciones de la guerrilla van cayendo una
detrás de otra por la ofensiva del ejército y los bombardeos aéreos de
pilotos mercenarios occidentales.
El Che Guevara y sus hombres abandonan el país el 21 de noviembre. Tres
días más tarde, Mobutu toma el poder.
El guerrillero muere en Bolivia en 1967. Kabila espera su hora: apoyado
por Ruanda, echa a Mobutu de Kinshasa en mayo de 1997.
Source: El Che en el Congo: ‘La historia de un fracaso’ | El Nuevo
Herald El Nuevo Herald –
http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/america-latina/cuba-es/article19138119.html
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