Al entierro del socialismo vestidos de Chanel
Al entierro del socialismo vestidos de Chanel
La izquierda latinoamericana, radicalmente anticapitalista y
antiburguesa, se ha quedado sin referente
jueves, mayo 5, 2016 | Luis Cino Álvarez
LA HABANA, Cuba.- Cuando hace más de 22 años, Fidel Castro anunció la
despenalización de la tenencia de dólares y prácticamente dolarizó la
economía cubana, preguntó, entre jocoso e irónico, al salvadoreño
Shafick Handal, el líder del Frente Farabundo Martí, que era uno de sus
invitados: “¿Quién te lo hubiera dicho, Shafick?”
La decepción que debió sentir el ya fallecido líder guerrillero
marxista, que se tradujo en aquel momento en una sonrisita de
desconcierto, sería insignificante, una nadería, en comparación con la
que debe sentir hoy la izquierda latinoamericana, radicalmente
anticapitalista y antiburguesa, la de los gobiernos del socialismo del
siglo XXI, el Foro de Sao Paulo, los exguerrilleros, los Colectivos
Bolivarianos, los movimientos sociales, los Sin Tierra y demás
piqueteros, ante las veleidades aristocratizantes de la dirigencia
castrista por los trapos y el oropel de Chanel.
¿Qué dirán los compañeros Maduro y Evo, los comandantes que representan
a las FARC-EP en las conversaciones de paz, tan proletarios todos ellos,
luego de ver a los hijos y nietos de los Castro, y demás personajes de
la élite revolucionaria, rodeados de lujo, sofisticación y frivolidad,
alternando con el jet set internacional y la farándula hollywoodense,
alrededor de la pasarela tendida para la colección Crucero de Chanel en
La Habana el pasado 3 de mayo?
¿Les parecerá bien a los camaradas de la muy populista e inclusiva
izquierda latinoamericana que mientras la familia real castrista y sus
invitados disfrutaban del glamour de Chanel, cientos de policías
mantuvieran a raya, a más de cien metros del desfile, tras las barreras,
a la muchedumbre hambreada y malvestida?
Los camaradas de la izquierda, por solidarios, por alcahuetas, por
haberse resignado ya a los bochornos que les hacen pasar sus mentores
cubanos, no confesarán su decepción. Quizás hasta haya quien anote el
desfile habanero de Chanel como “otra victoria de la revolución”. Solo
que por pudor y porque ya no viene ni remotamente al caso, no agregarán
aquello de que la susodicha revolución es “por los humildes y para los
humildes”.
Va y hasta tienen razón y es otra victoria de la revolución. Al menos en
eso de hacer creer a los tontos y sinvergüenzas de medio mundo que el
castrismo ya no es lo que era, y que Cuba está cambiando. No importa si
la Cuba que quiso ver Karl Lagerfeld, con tanto sombrero de jipijapa,
carros americanos y lentejuelas se parece más a la que regía el general
Batista que a la que rige sin prisa y sin pausa el actual
general-presidente. ¡Si cada vez hay más limosneros, aunque los recojan,
en ocasiones como estas, para que no desluzcan el paisaje y el paisanaje!
Lo sé, no me lo digan, que eventos como este son exclusivos siempre en
cualquier parte del mundo. Solo que otros gobernantes no se las dan de
austeros ni pierden su tiempo en retóricas para tratar de convencer
acerca de su interés por que no se agudicen las desigualdades sociales.
Quizás, idealista que soy, la decepción de la izquierda por el despelote
castrista no sea tanta como supongo. Después de todo, bastantes muestras
han tenido últimamente —las fiestonas de millonarios que son los
festivales del habano, los selfies de las recholatas de los príncipes
Castro con Paris Hilton y Katty Perry, los torneos de golf, las
vacaciones de Tony Castro en Turquía— y siguen con su admiración y su
perorata solidaria como si tal cosa…
Lo que nadie me convencerá, por muy sofisticados que se muestren, es que
los príncipes y las princesas del castrismo tienen mejor gusto y más
clase que sus progenitores. En todo caso, son más desfachatados a la
hora de burlarse del pueblo con la exhibición de sus fastos y
privilegios. Tal vez, no sea su intención: de tan distantes ni reparan
en que hay cubanos con hambre, sin casas, en andrajos.
El desfile de Chanel, con las estrellas y celebridades invitadas, le
podrá dar “el toque de glamour” que dice un despacho de la agencia de
noticias France-Presse (AFP) que le faltaba a la era de cambios-trucos,
pero clase y gracia, no les dará a los truqueros, sus vástagos y los
demás tarugos del circo que estuvieron junto a la pasarela. Jamás la
tendrán. Aunque se vistan de seda… Pero puede que sea precisamente esa
falta de clase, ese patanismo congénito, el que haga que los compañeros
Maduro, Evo, Ortega y otras yerbas del más puro energumenismo zurdo, les
disculpen su aburguesamiento a los compañeros de La Habana y sus
malcriados descendientes.
Source: Al entierro del socialismo vestidos de Chanel | Cubanet –
www.cubanet.org/destacados/al-entierro-del-socialismo-vestidos-de-chanel/
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