Las noticias que no son – Cuba en los papeles de Panamá
Las noticias que no son: Cuba en los papeles de Panamá
Posted on 11 junio, 2016
Por Miguel Fernández Díaz
De un tiempo a esta parte, el diario El Nuevo Herald y otros medios de
comunicación se empeñan en abordar el caso cubano con sonseras y
naderías. Aunque el problema viene manifestándose a lo largo de un
prolongado período de simplificaciones informativas, lo cierto es que
desde el 17-D los costurones de la desorientación en cuanto a los rumbos
cubanos en ambos lados del Estrecho de la Florida se han hecho más
visibles y la persistencia propagandística en convertir cualquier hecho
noticioso en una “denuncia del castrismo” resulta cada vez más burda.
El último capítulo de este despropósito informativo está a punto de
caramelo y escaló notables peldaños durante esta semana. Ahora la
obsesión estriba en hacer reportajes -hasta por televisión tenemos
réplicas del fenómeno- sobre la presencia insulsa de empresas y
personeros del gobierno de Cuba en los llamados Papeles de Panamá.
Se denominan así los documentos del bufete panameño de abogados Mossack
Fonseca, que alguien filtró masivamente al periódico alemán Süddeutsche
Zeitung. Esta filtración empezó a salir la luz pública el pasado 3 de
abril y su quid noticioso estriba en que más de 200 mil entidades
offshore en paraísos fiscales propician a personas de todo el mundo
evadir impuestos, entre ellas más de 70 jefes o ex jefes de Estado.
El caso Cuba
Ni Fidel ni Raúl Castro aparecen por ningún lado y las entidades cubanas
-se han identificado al menos 25 en la abultada documentación- fueron
constituidas por el propio Estado, que es el cobrador de impuestos. Se
cae de la mata que se constituyeron para evadir el embargo y aquí
terminaría el asunto, pero a falta de otra el diario miamense optó por
hacernos la historia del tabaco.
Abrir entidades económicas fuera del país de residencia (offshore) es
tan legal como viejo. Y nada mejor que abrirlas en algún paraíso fiscal,
que con respecto al país de residencia tiene ventajas como trámites
menos engorrosos para crearlas y operarlas, menos impuestos que pagar,
más fácil manejo de las cuentas bancarias y estricta privacidad o secreto.
Desde 1962 Cuba constituyó su empresita offshore para comercializar
langosta con la marca registrada Caribbean Queen. Y todos los exiliados
debían saber que, hacia 1977, Max “El Guatón” Marambio aterrizó en Miami
-disfrazado de Carlos Alfonso, que es como aparece aún en la lista del
Departamento del Tesoro- para gerenciar la compañía panameña Havanatur,
esto es: la empresa offshore que Cuba creó para principiar la
colonización económica del exilio mediante quioscos dedicados a vender,
a precios de monopolio, boletos de avión y servicios de paquetería a Cuba.
En variante cubiche del offshore, el adelantado Fernando Fuentes Cobas
registró la compañía American Airways Charters (AAC) el 15 de febrero de
1977 en Hialeah, que fungió así como paraíso fiscal con respecto a La
Habana para la industria de vuelos chárter a la Isla.
Revoltillo de conexiones
Así y todo, el reportaje de El Nuevo Herald se apeó este 7 de junio con
un revoltillo de conexiones entre empresas cubanas offshore y cuadros
del castrismo encargados de ellas, como si esto fuera hallazgo
sensacional y hasta dándose la patada de haber tenido “acceso a millones
de documentos filtrados“ en virtud de su “asociación con McClatchy y el
Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ)”.
Ante todo los documentos filtrados están desde el 10 de mayo a
disposición de cualquier hijo de vecino, en la base de datos ad hoc del
ICIJ, a la cual usted mismo puede tener acceso aquí y ahora para buscar
lo que le venga en ganas en los papeles de Panamá. Por lo demás, todos
los presuntos hallazgos se reducen al humo del tabaco cuya historia
trata de contarse como si se tratase de “una de las tramas más
intrigantes”.
Así se ha hecho referencia al comercio triangular del petróleo ruso, que
Cuba viene realizando desde mucho antes de la desunión postsoviética.
Nada tiene de intriga que desde 1992 un tercer vértice fuera la firma BB
Naft Trading S.A., constituida en Panamá en 1984 por miembros de la
familia libanesa Bassatne, quienes se dedican al giro petrolero desde
que eran chiquitos. Aquí hay tanta intriga como aquella que tiene la
presencia de los Bassatne entre los patrocinadores de la Royal Opera
House de Londres.
Secretos de feria
Y así siguen la rima diarios y sitios digitales dedicados al “asunto
cubano” la rima calificando de “sociedades secretas” a las compañías
offshore de Cuba que afloraron en los papeles de Panamá, como si
vinieran a conocerse ahora por causa de la filtración y no desde que se
constituyeron, con inscripción obligada en el registro mercantil del
paraíso fiscal correspondiente para comenzar su historial público de
transacciones.
Cuba tiene otras muchas compañías offshore que no fueron constituidas
por medio de Mossack Fonseca en Panamá, Bahamas o Islas Vírgenes
Británicas, sino por otras firmas de abogados y en otros paraísos
fiscales. Esto es bien sabido dentro de Cuba, aunque el reportaje de El
Nuevo Herald traspole su propio desconocimiento con que “poco se sabe
dentro de la isla sobre los negocios del estado cubano en el extranjero”.
Es realmente risible la afirmación de que el gobierno cubano no ha sido
transparente con las sociedades que mantiene offshore. No puede serlo,
como sucede con todo el mundo, porque la condición offshore supone
precisamente mantener en secreto la identidad de los dueños de las
sociedades. La marcada diferencia es que de este modo Cuba busca sortear
el embargo impuesto por Estados Unidos, mientras que los demás buscan
librarse de los impuestos fijados por sus respectivos Estados.
El hermano del yerno
El trámite de ocultación es tan legal como sencillo. Si cualquier
persona o entidad quiere abrir una cuenta bancaria sin estar vinculado
directamente a ella, solo tiene que contactar, a través de un
intermediario, al bufete habilitado para crear empresas o entramados de
empresas. El bufete tiene que proceder con la debida diligencia a
investigar al cliente, al efecto de comprobar que el dinero no proviene
de fuente ilícita. Como el cliente es un intermediario, el bufete no
suele indagar quién podría estar detrás. Igualmente es práctica habitual
que un testaferro del propio bufete se desempeñe como accionista,
director e incluso dueño de la empresa, que al constituirse abre ya sus
cuentas bancarias.
Algunas de las irrelevancias publicadas por estos días para
“comprometer” al gobierno cubano descienden al nivel de la jugada de
manigua, como soltar que “hermano del yerno de Raúl Castro aparece en
los registros filtrados”, sin otra trastienda que Guillermo Faustino
Rodríguez López-Calleja como cuadro confiable del castrismo.
Además, la investigación de El Nuevo Herald dio con que la corporación
Orthofix, con sede en Lewisville, Texas, “vendió productos a través de
una offshore a compañía cubana bloqueada”, tal y como hizo hasta
Halliburton, con oficina central en Houston, Texas. Y dio también con
que “Mossack Fonseca se hizo de la vista gorda con el embargo”, como si
hasta la Casa Blanca no usara hoy anteojos igual de gruesos con respecto
a un embargo cada vez más desfondado.
Así queda cerrado el círculo de la insignificancia tras disiparse el
humo del tabaco: Cuba participa(ba) en “un esquema de exportación de
petróleo ruso” y tiene empresas offshore en paraísos fiscales con
directivos que son gente de confianza del gobierno; estas empresas –
constituidas ante todo para burlar el embargo- “tenían vínculos con
empresas en lista de sanciones de Estados Unidos”.
¿Y qué?
Source: Las noticias que no son: Cuba en los papeles de Panamá – Cafe
Fuerte –
cafefuerte.com/principal/28993-las-noticias-no-cuba-los-papeles-panama/
Leave a Reply